Meditación
La práctica de la meditación
Cuando pensamos en meditación, a menudo nos imaginamos a un yogui sentado horas y horas, con los ojos cerrados, la mente en blanco y una postura que nos parecería eterna
Y solo de imaginarlo, ya se nos quitan las ganas de intentarlo
Pero, ¿y si la meditación fuera como un baño fresco en el mar? ¿Como un masaje que nos deja en suspensión física y mental? ¿Como sumergirse en una bañera caliente un día frío de invierno? ¿O como escuchar aquella canción que nos transporta a un espacio de calma y plenitud?
Cuando lo imaginamos así, nace en nosotros el deseo de vivirlo
La meditación es una práctica de introspección y de conexión con uno mismo. No se trata de “poner la mente en blanco”, sino de ir llevando suavemente la atención al presente. En El Buit, las meditaciones que practicamos son guiadas: solo hace falta dejarse acompañar por la voz que orienta, mientras la mente y el cuerpo se van relajando hasta entrar en un espacio donde no hay prisas, conflictos ni ruidos, sino calma y bienestar
De esta manera, la meditación nos permite ofrecernos lo mismo que daríamos a alguien que amamos: atención, cuidado y amor Quizá lo más difícil para el ser humano, y a la vez lo más necesario Aprender a valorarnos y a querernos a través de la práctica es uno de los regalos más grandes que podemos hacernos
La meditación no tiene un objetivo externo: su valor es la propia experiencia de meditar
Efectos de la meditación en el cerebro
La meditación produce cambios reales y medibles en nuestro cerebro
La neurociencia ha estudiado y reconocido estos beneficios, partiendo del hecho de que el cerebro humano, por defecto, genera mucha actividad: diálogo interior constante, recuerdos e imaginaciones En otras palabras, la mente tiende a escapar del presente
Un estudio publicado en la revista Science afirma que el 47% del tiempo que estamos despiertos hacemos una cosa pero nuestra mente está en otro lugar. Además, observó que cuanto más tiempo nuestra mente se aleja del presente, más infelices nos sentimos
La meditación nos ayuda a entrenar la mente para volver al presente, al instante concreto que estamos viviendo
Las consecuencias son claras: relaja el cuerpo, calma la mente y reduce el estrés
Además, cuando practicamos técnicas sencillas como observar la respiración, el cerebro fortalece la corteza prefrontal, creando nuevos circuitos y redes neuronales. Con la práctica, la mente necesita cada vez menos esfuerzo para estar presente, y esto favorece la concentración, la memoria y la claridad mental
En definitiva, la meditación no solo nos hace sentir mejor en el momento, sino que transforma de manera profunda nuestro cerebro, tanto en su estructura como en su funcionamiento
